Cuando nos
embarcamos en una nueva experiencia sentimos el entusiasmo de un niño en la
noche de Reyes. Nervios, sueños y una sorprendente inocencia se acumulan detrás
de la puerta de nuestros deseos de emprender.
Este para mí
es un nuevo proyecto con cierto sabor a nostalgia. Algo no tan nuevo si
echo la vista atrás y me contemplo como una entusiasta estudiante de
Empresariales que con 18 años organizaba sus primeras reuniones con otras
mentes emprendedoras en las horas libres; entre café y café, entre clase y
clase. Y aún más si retrocedo atrás en el tiempo y recuerdo como mi abuelo
dirigía varias tiendas en mi barrio. Allí entre las cajas del supermercado
jugaba y soñaba a ser como él. Desde entonces supe que mi verdadera vocación
era crear Economía.
Hoy mirando al presente, lidero mis propios proyectos y
ayudo a otros a comenzar a soñar con lo que siempre quisieron ser. El entusiasmo de esta nueva experiencia me anima
a invitarte a vivirla conmigo. Mi objetivo es depositar día a día, la fuerza de todas mis vivencias bajo el árbol de tu vida, de tu empresa, de tus deseos.
¿Te atreves ya a
abrir la puerta? ¡ADELANTE!
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