▶ Síndrome del Impostor: El Caníbal de tu dinero ◀


Hoy voy a hablaros sobre un tema que está fastidiando ahora mismo la carrera de más de uno, de dos y de tres profesionales: el Síndrome del Impostor.

La mayoría ya conocéis de cerca las sombras del mundo laboral del emprendedor o del trabajador freelance. No se me ocurre ningún entorno más subjetivo y subjetivado, oscuro y abstracto que éste donde las ilusiones nacen, crecen, raras veces se reproducen y mueren. Sobre todo, MUEREN. Si eres freelance o emprendedor te darás cuenta de que existe un Caníbal o más de uno que devora tu dinero y que activamente se carga todos tus sueños.

 NO, NO HABLO DE HACIENDA…

Bromas aparte, ya de por sí es difícil ser emprendedor, lidiar con la materialización de un proyecto y los factores exógenos y limitantes que te encuentras para llevarlo a cabo: cuota de autónomos ‘cada vez más y mejor’, impuestos, altas, documentación… Antes incluso de llevar un euro a casa te vas a encontrar con todo esto.

Por ejemplo, en estos días, Empleo se ha cargado la “cooperativa laboral” Factoo y está investigando a sus socios por facturar sin estar dados de alta. Las cantidades que se suelen facturar en estas “cooperativas” por sus asociados son irrisorias. (Si eres un damnificado en este asunto entre cooperativas de facturación y Empleo contacta con Afectados por las Cooperativas.) Y, aunque esté a favor o no de Factoo, el Ministerio tampoco se ha planteado por qué ha surgido esta necesidad y por qué la cuota de autónomos sigue asfixiando a profesionales dando lugar a estas entidades.


Al margen de estos fantasmas externos, que tienen sábanas y cadenas para largo, me quiero centrar en el elemento más despiadado que encontramos en todo esto de emprender: El Síndrome del Impostor.

El Síndrome del Impostor: CANÍBAL DEL EMPRENDEDOR 

El Síndrome del Impostor nace dentro de las creencias limitantes del emprendedor. Es el mayor devorador de progreso de la mente creativa. Se aloja en las percepciones y las creencias, en los complejos y los miedos y surge en el miedo a no estar a la altura del resto de profesionales. 

Alguna vez te ha ocurrido. Lo sé.

¿Sabes cómo se manifiesta el Síndrome del Impostor? Saboteando todos tus proyectos y sus aspiraciones económicas.

Voy a ir al grano para que lo entiendas mejor.

ERES DE LOS QUE...

  • ¿No sabe cobrar por su trabajo?
  • ¿Ha tenido alguna vez la sensación de estar engañando a un cliente pese a no hacerlo?
  • ¿Ha sentido que es un vendedor de humo aunque tenga años de experiencia en lo que ofrece a sus clientes?
  • ¿Se siente un completo fraude con su trabajo?
¿Te suena algo de esto?


Qué es el Síndrome del Impostor exactamente y por qué TE ATACA A TI.

El Síndrome del Impostor también conocido como el Síndrome de fraude es un fenómeno psicológico en el que, especialmente, el profesional o estudiante no es capaz de asimilar e internalizar sus logros por culpa de numerosos pensamientos limitantes.

¿Un lío? Te pongo un ejemplo:

¿RECUERDAS esa compañera de clase que siempre decía que iba a suspender y luego sacaba la mejor nota de todas? ¡Qué borde, jaja! Seguro que pensabas que lo hacía para ‘parecer humilde’. PUES NO, ella tenía un gran miedo al fracaso. Creía que, pese a haber estudiado y ser una buena alumna, era peor a la media de la clase. 

Ahora te pasa a ti, que eres adulto, y has tenido dudas sobre cuánto cobrar por tu trabajo o incluso has pensado en regalar el trabajo que has hecho.

El Síndrome del Impostor está muy relacionado con los miedos, las perspectivas personales y las opiniones por eso es muy dado en aparecer sobre todo entre artistas, investigadores, escritores y otros profesionales cuyos oficios se ven afectados por juicios de valor. El Síndrome del Impostor empieza por los juicios de valor internos influenciados por los juicios del entorno más inmediato y afectando, finalmente, a la percepción que tienen los demás de ti. Esto se consolida desde la niñez hasta la edad adulta.


>> Eres de esta forma, te ven de esta otra y te manifiestas de otra muy diferente: ERES VÍCTIMA DE LAS PERCEPCIONES <<


Otro ejemplo que ya te va a poner del todo en situación…

Piensa en un artista que ha pintado un enorme mural con expresión y viveza y cuando termina después de días y días de trabajo creativo reflexiona: ‘Esto lo puedo vender bien por 60 euros porque el lienzo me costó 30, los materiales ya los tenía por casa, y ya el resto lo tomo como GANANCIA para mí’.

¿Crees que es un precio justo para tan buen trabajo?

Un artista no vende lienzo, pintura y garabatos. Un artista vende un concepto, una sensación y una creación que va a acompañar al comprador para toda la vida. Las creaciones de Picasso o Dalí no valdrían más de 100 euros si éstos hubieran valorado su arte como lienzo, pinturas y precio por hora

¿Verdad?


Ahora, ¿qué es lo que está pasando con tu trabajo? ¿Qué valor económico le das a lo que haces incluyendo tu tiempo, tu inversión, los años de experiencia y estudios que has empleado para llegar a convertirte en profesional? Seguro que si tuvieras en cuenta esto el precio por servicio o producto sería muy diferente al que estás dando a tus clientes en la actualidad. ¿Y el precio de tu competencia? Si eres de los que compite a la baja siempre, es que sufres el Síndrome del Impostor.

Manifestaciones del Síndrome del Impostor. Sus CINCO CARAS.

Precisamente, el Síndrome del Impostor o Caníbal de tu dinero no se manifiesta entre los malos profesionales. Es más, suele formar parte del pensamiento limitante de personas de éxito. Cuando empecé a hablar sobre el Síndrome del Impostor muchos profesionales creían que hablaría sobre el ‘fanfarrón’ que vende sus productos a precio de oro y desatiende a sus clientes. Precisamente, hablo de la persona contraria.

¿A quiénes les suele pasar? ¿Hay un perfil común entre los que sufren el Síndrome del Impostor?

Aquí, todas las caras del Síndrome del Impostor:

  1. El Síndrome del Impostor en estudiantes de doctorado. Cuando un buen estudiante se encuentra rodeado de estudiantes brillantes puede llegar a sentirse como un estafador al pensar que sus compañeros son más inteligentes que él. También tenderá a pensar que está perdiendo el tiempo en investigar y que debería trabajar en algo más sencillo como el resto de chicos ‘normales’.
  2. El Síndrome del Impostor el mejor 'ene-amigo' de los emprendedores de éxito fulminante. Cuando un emprendedor realiza una primera prueba de contacto con su mercado y triunfa de manera categórica puede llegar a sentir que su idea no era tan buena para el éxito que ha obtenido y se siente un estafador. Las consecuencias son el decaimiento y la depresión. Pueden llegar a cerrar su negocio pese a tener un gran éxito.
  3. El Síndrome del Impostor no se separa de los trabajadores sin experiencia por cuenta ajena. Cuando un empleado con poca experiencia toma el mando de un departamento, es contratado por primera vez o asciende puede llegar a sentirse angustiado. Muchos renuncian a sus ascensos, sueldos y puestos de trabajo. Las consecuencias son tan graves que pueden llegar a estancar sus carreras por no creerse válidos y merecedores de los logros obtenidos.
  4. El Síndrome del Impostor también toma café con empresarios, profesionales y emprendedores de todo tipo. A la hora de comenzar a tarificar un nuevo servicio o producto, el freelance tiende a tirar a la baja el precio de su trabajo y sus esfuerzos son devorados por el Síndrome del Impostor. ‘No tengo la suficiente experiencia en este campo así que voy a regalarlo’. ¿Te suena?
  5. Mujeres, en todos los campos, son las mayores perjudicadas por el Síndrome del Impostor. Emprendedoras, estudiantes, profesionales independientes y asalariadas suelen sufrir el Síndrome del Impostor con mucha más frecuencia que los hombres. Una de las causas es el entorno laboral machista de algunas empresas en las que un empleado varón cobra una media de un 20% más que cualquier mujer en la misma escala. Esto hace que las mujeres rebajen su propia percepción profesional. 

Pero, ¿por qué te hablo de esto? Entiendo que es un tema muy negativo, sé que te molesta, pero TE OCURRE. Cobras menos de lo que debes, empleas más tiempo del que tarificas y tu economía personal no es reflejo de tu profesionalidad.

Y, ¿qué haces?

Bueno, no voy a llevar toda esta información a tu cabeza para que tu Síndrome del Impostor se siga comiendo cada día un buen plato de tus sueños. Sólo le he puesto nombre para que te des cuenta de lo ‘cabroncete’ que es. Ahora, ¡vamos a matarlo!

¿Cómo acabar con el lado oscuro de tus finanzas?


Te dejo algunos consejos que me han ayudado a mí a mitigar al mío y al de muchos profesionales que me rodean. Son muy sencillos, pero te ayudarán. Vamos:

  1. Coge lápiz y papel. Escribe dos servicios o productos en los que estás sumamente especializado. ¿Qué sueles cobrar por ellos? Anótalo.
  2. En el mismo papel. Escribe abajo la cantidad mínima que debes ganar para que tú y tu familia viváis bien. Hablemos de algo normal, sé que con 5000 euros se vive mejor que con 1500 euros, pero si crees que con un sueldo mínimo de 1500 euros tu familia y tú estaréis bien ese es tu precio mínimo para comenzar a trabajar hacia tus sueños.
  3. Ahora, ¿cuántas unidades de tu producto o servicio debes vender para conseguir tu objetivo mínimo? Sí, hablo de unidades y NO DE HORAS. Cobrar por horas, está demostrado que limita más al freelance y a su economía. Da un valor global a tu producto o servicio. Evita cobrar por horas y empieza a cobrar por el valor de tu trabajo finalizado. ¿Necesitas vender 4, 10, 20 productos o servicios para conseguir 1500 euros? Trabaja para conseguirlos. Si para ganar 1500 euros tienes que hacer un número casi imposible de tareas es que el Síndrome del Impostor te ha estado quitando el pan durante mucho tiempo. Valora subir el precio de tu trabajo o cambia de actividad.
  4. Define tu nivel de especialización. Por ejemplo: Si ofreces servicios de coaching, analiza tu grado de experiencia. Si estás trabajando con tus primeros clientes no te preocupes. No eres un impostor. Sé realista y ofrece unos servicios básicos de coaching hasta que tengas experiencia suficiente para pasar al siguiente nivel. A medida que ves a tus clientes evolucionar, evoluciona tú también con ellos. En varios años, podrás ofrecer todo tipo de servicios especializados relacionados con coaching.
  5. Mejora el aspecto de todo lo que te represente a ti y a tu negocio. Quítate la ‘caspilla’ del Síndrome del Impostor y preséntate como el profesional que eres. Revisa tu web, tus contenidos, tus redes sociales, visita a nuevos clientes, cambia tu logotipo e incluso da una nueva apariencia a tu imagen personal. TODO PARA MOSTRARTE TAN BUENO COMO ERES.
  6. Redefine tus clientes. Quizá tengas 4 clientes a los que estés ofreciendo tus servicios o productos prácticamente regalados. Seguro que, además esos clientes son los que más exigen y más te aprietan. Yo que tú me los quitaba de en medio echando un vistazo previamente a mi artículo de:CLIENTES TÓXICOS: 4 TRUCOS [INFALIBLES] PARA DETECTARLOS A TIEMPO. Ese tipo de clientes es quien más afianza en la cabeza la idea maligna de que eres un impostor.
  7. Céntrate en hacer bien tu trabajo. No trates de conseguir todo el dinero de golpe. Eso te frustrará. Especialízate, estudia, aprende, busca a otros profesionales que despierten en ti  gran admiración, toma nota de cómo lo hacen... Mima a tus clientes y a tu trabajo. Quiérelo. Adóralo.
  8. Sé feliz con lo que haces. Ser feliz en el trabajo te hará progresar y abandonar la sensación de estar haciendo algo que es demasiado grande para ti. No tengas miedo a ser un continuo aprendiz sin olvidar todo aquello que has ido logrando.

No es fácil renunciar a un sentimiento que probablemente te ha acompañado desde la niñez, pero sí puedes llegar a controlarlo por un tiempo hasta que logres destruirlo por completo. Como te decía al principio, el Síndrome del Impostor no aparece precisamente en los malos profesionales sino en los buenos. Los malos profesionales son felices vendiéndote la moto y no sufren las consecuencias del Síndrome del Impostor.

Espero que, en lo que queda de año, te plantees si realmente estás cobrando o ganando tanto como te mereces. Si no estás generando el bienestar y la vida que quieres para ti y los tuyos; haz CAMBIOS. No tengas miedo a ‘cortar por lo sano’ con las percepciones y los impostores.

¿Qué vas a hacer? ¿Dejar que el Impostor canibalice tus sueños o salir a comerte el mundo?


Bon appètit..


¡Ah! Las imágenes tan geniales de mi post son de: Bula Temporária.

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